viernes, 17 de agosto de 2012

Partido MILES respalda y apoya decisión del gobierno de la hermana República del Ecuador

El Partido Movimiento de Integración Latinoamericana de Expresión Social (MILES) viene a manifestar su público respaldo al Gobierno y al pueblo de la hermana República del Ecuador, por la valiente decisión de otorgar asilo político al periodista, Julian Assange, en el marco de las atribuciones que le otorgan las convenciones internacionales que rigen las relaciones diplomáticas entre los estados, y las que rigen la institución del asilo por cuestiones de carácter humanitario, ante el acoso y persecución política de un ciudadano, que puede estar en riesgo de muerte o de que no sean respetadas sus prerrogativas y sus derechos.

Creemos que no escapa a la comprensión de la ciudadanía, que por las propias características del trabajo de denuncia política desarrollado por Assange a través del portal Wikileaks, y que puso en evidencia las atrocidades y barbaridades cometidas por la intervención imperialista de los EEUU de Norteamérica en Irak, así como en muchos otros estados, se ha urdido una trama y una verdadera conspiración para que el destino final de Julian Assange no sea el reino de Suecia, adonde sería extraditado por un supuesto delito común, sino los Estados Unidos, principal país puesto en evidencia por la información divulgada, y en donde su propia vida e integridad física estarían en grave peligro al existir un prejuzgamiento y una condena cierta anticipada.

De la misma forma, el Partido MILES, viene a denunciar y a expresar su más enérgica condena a las graves amenazas emanadas de los más altos niveles del gobierno británico, en el sentido de irrespetar la institución del asilo, amenazando groseramente con irrumpir en la sede diplomática ecuatoriana en Londres, violando de manera flagrante los acuerdos y convenciones internacionales sobre la inmunidad y extraterritorialidad de las embajadas, bajo la excusa de una ley local que data de los años 80 y que de manera alguna está por sobre los acuerdos internacionales asumidos por los estados.

Ante esto, esperamos una actitud de firme y decidida condena de la UNASUR y de los organismos que nos representan a nivel continental, para que no queden dudas que nuestros países ya no son una colonia de imperio ni potencia alguna, y que el respeto al derecho y la legalidad internacional, compromete al honor y cumplimiento por parte de todas las naciones.


Luis Angel D’Elía
Titular de la Federación Tierra y Vivienda (FTV) y Presidente del Partido MILES 

Rafael Araya Masry
Secretaria de Relaciones Internacionales, Partido MILES

lunes, 6 de agosto de 2012

Chomsky: En la sombra de Hiroshima


NOAM CHOMSKY| El 6 de agosto, aniversario de Hiroshima, debería ser un día de reflexión sombría, no sólo acerca de los sucesos terribles de esa fecha en 1945, sino también sobre lo que revelaron: que los seres humanos, en su dedicada búsqueda de medios para aumentar su capacidad de destrucción, finalmente habían logrado encontrar una forma de acercarse al límite final.

Los actos en memoria de ese día tienen un significado especial este año. Tienen lugar poco antes del 50 aniversario del “momento más peligroso en la historia humana”, en palabras de Arthur M. Schlesinger Jr, historiador y asesor de John F. Kennedy, al referirse a la crisis de los misiles cubanos. Graham Allison escribe en la edición actual de Foreign Affairs que Kennedy “ordenó acciones que él sabía aumentarían el riesgo no sólo de una guerra convencional, sino también de un enfrentamiento nuclear”, con una probabilidad que él creía de quizá 50 por ciento, cálculo que Allison considera realista. Kennedy declaró una alerta nuclear de alto nivel que autorizaba a “aviones de la OTAN, tripulados por pilotos turcos (u otros), a despegar, volar a Moscú y dejar caer una bomba”.

Nadie estuvo más asombrado por el descubrimiento de los misiles en Cuba que los hombres encargados de misiles similares que Estados Unidos había emplazado clandestinamente en Okinawa seis meses antes, seguramente apuntados hacia China, en momentos de creciente tensión. Kennedy llevó al presidente soviético Nikita Krushov “hasta el borde mismo de la guerra nuclear y él se asomó desde el borde y no tuvo estómago para eso”, según el general David Burchinal, en ese entonces alto oficial del personal de planeación del Pentágono. Uno no puede contar siempre con tal cordura. Krushov aceptó una fórmula planteada por Kennedy poniendo fin a la crisis que estaba a punto de convertirse en guerra. El elemento más audaz de la fórmula, escribe Allison, era “una concesión secreta que prometía la retirada de los misiles estadunidenses en Turquía en un plazo de seis meses después de que la crisis quedara conjurada”. Se trataba de misiles obsoletos que estaban siendo remplazados por submarinos Polaris, mucho más letales.

En pocas palabras, incluso corriendo el alto riesgo de una guerra de inimaginable destrucción, se consideró necesario reforzar el principio de que Estados Unidos tiene el derecho unilateral de emplazar misiles nucleares en cualquier parte, algunos apuntando a China o a las fronteras de Rusia, que previamente no había colocado misiles fuera de la URSS. Se han ofrecido justificaciones, por supuesto, pero no creo que soporten un análisis.

Como principio acompañante de esto estaba que Cuba no tenía derecho de poseer misiles para su defensa contra lo que parecía ser una invasión inminente de Estados Unidos. Los planes para los programas terroristas de Kennedy, Operación mangoose (mangosta), establecían una “revuelta abierta y el derrocamiento del régimen comunista” en octubre de 1962, mes de la crisis de los misiles, con el reconocimiento de que “el éxito final requerirá de una intervención decisiva de Estados Unidos”. Las operaciones terroristas contra Cuba son descartadas habitualmente por los comentaristas como “travesuras insignificantes de la CIA”. Las víctimas, como es de suponerse, ven las cosas de una forma bastante diferente. Al menos podemos oír sus palabras en Voces desde el otro lado: Una historia oral del terrorismo contra Cuba, de Keith Bolender.

Los sucesos de octubre de 1962 son ampliamente aclamados como la mejor hora de Kennedy. Allison los ofrece como “una guía sobre cómo restar peligro a conflictos, manejar las relaciones de las grandes potencias y tomar decisiones acertadas acerca de la política exterior en general”. En particular, los conflictos actuales con Irán y China.

El desastre estuvo peligrosamente cerca en 1962 y no ha habido escasez de graves riesgos desde entonces. En 1973, en los últimos días de la guerra árabe-israelí, Henry Kissinger lanzó una alerta nuclear de alto nivel. India y Pakistán han estado muy cerca de un conflicto atómico. Ha habido innumerables casos en los que la intervención humana abortó un ataque nuclear momentos antes del lanzamiento de misiles por informes falsos de sistemas automatizados. Hay mucho en que pensar el 6 de agosto. Allison se une a muchos otros al considerar que los programas nucleares de Irán son la crisis actual más severa, “un desafío aún más complejo para los formuladores de política de Estados Unidos que la crisis de los misiles cubanos”, debido a la amenaza de un bombardeo israelí.


La guerra contra Irán está ya en proceso, incluyendo el asesinato de científicos y presiones económicas que han llegado al nivel de “guerra no declarada”, según el criterio de Gary Sick, especialista en Irán. Hay un gran orgullo acerca de la sofisticada ciberguerra dirigida contra Irán. El Pentágono considera la ciberguerra como “acto de guerra”, que autoriza al blanco a “responder mediante el empleo de fuerza militar tradicional”, informa The Wall Street Journal. Con la excepción usual: no cuando Estados Unidos o un aliado es el que la lleva a cabo. La amenaza iraní ha sido definida por el general Giora Eiland, uno de los máximos planificadores militares de Israel, “uno de los pensadores más ingeniosos y prolíficos que (las fuerzas militares israelíes) han producido. De las amenazas que define, la más creíble es que “cualquier enfrentamiento en nuestras fronteras tendrá lugar bajo un paraguas nuclear iraní”.

En consecuencia, Israel podría verse obligado a recurrir a la fuerza. Eiland está de acuerdo con el Pentágono y los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que consideran la disuasión como la mayor amenaza que Irán plantea. La actual escalada de la “guerra no declarada” contra Irán aumenta la amenaza de una guerra accidental en gran escala. Algunos peligros fueron ilustrados el mes pasado, cuando un barco estadunidense, parte de la enorme fuerza militar en el Golfo, disparó contra una pequeña nave de pesca, matando a un miembro de la tripulación india e hiriendo a otros tres. No se necesitaría mucho para iniciar otra guerra importante.

Una forma sensata de evitar las temidas consecuencias es buscar “la meta de establecer en Oriente Medio una zona libre de armas de destrucción masiva y todos los misiles necesarios para su lanzamiento, y el objetivo de una prohibición global sobre armas químicas” –lo que es el texto de la resolución 689 de abril de 1991 del Consejo de Seguridad, que Estados Unidos y la Gran Bretaña invocaron en su esfuerzo por crear un tenue cobertura para su invasión de Irak, 12 años después. Esa meta ha sido un objetivo árabe-iraní desde 1974 y para estos días tiene un apoyo global casi unánime, al menos formalmente. Una conferencia internacional para debatir formas de llevar a cabo tal tratado puede tener lugar en diciembre. Es improbable el progreso, a menos que haya un apoyo público masivo en Occidente. De no comprenderse la importancia de esta oportunidad se alargará una vez más la fúnebre sombra que ha oscurecido el mundo desde aquel terrible 6 de agosto.


Fuente: Question Digital

sábado, 4 de agosto de 2012

Fernando Lugo alerta sobre posibles golpes de Estado en América Latina


Caracas, 04 de agosto de 2012.- El presidente destituido de Paraguay, Fernando Lugo, advirtió este sábado que en América Latina pueden ocurrir otros golpes de Estado, como el que sufrió su gobierno el 22 de junio pasado.

El mandatario también resaltó el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), hecho que consideró "importantísimo".

"Hoy, después de lo que ocurrió en Paraguay, creo que cualquier país tiene que estar alerta. Cuando hubo el golpe en Honduras me dijeron que el próximo sería Paraguay. La derecha mundial no tiene límites", aseveró el mandatario en una rueda de prensa en Brasil, informó AFP.

Lugo viajó a la ciudad de Sao Paulo para realizarse exámenes de rutina sobre un tratamiento contra un cáncer, en el hospital Sirio-Libanés, de esa localidad

"No sé en cuál país será, pero será donde las multinacionales quieran tener acceso directo y libre a los recursos naturales en América Latina", explicó el Jefe de Estado, en referencia a posibles planes desestabilizadores en el continente.

El presidente constitucional de Paraguay señaló que el golpe de Estado en su contra cambió su futuro, ya que terminado su mandato pensaba apartarse de la política institucional, pero que ahora tiene el rol de articulador de las fuerzas progresistas y de izquierda de su país.

Lugo no descartó una posible candidatura para los comicios de abril de 2013 y expresó que "estamos estudiando" la situación, por lo cual "en algunas semanas sabremos con más claridad lo que es más conveniente para el país".

"Personalmente pienso que si eso va a ser útil para retomar la democracia y el proceso de cambio en Paraguay, soy un soldado", manifestó.

"Nunca la izquierda paraguaya estuvo mejor, hoy ella evalúa críticamente su proceso histórico, se reúne para discutir, es un momento muy interesante, pero siempre lo más difícil es construir consensos", concluyó Lugo.

Reunión con Lula

En su estancia en Brasil, Lugo también se reunió con el ex presidente de ese país Luiz Inácio Lula da Silva.

Un comunicado emitido por el equipo de prensa del ex mandatario señaló que ambos líderes regionales resaltaron "la importancia de la solidaridad regional para reforzar la democracia" en América del Sur, reseñó Europa Press.

Lugo resaltó que el ingreso de Venezuela al Mercosur "va a aportar muchísimo", por lo cual "sería torpe no querer tener a Venezuela con toda su riqueza energética como un socio".

En el encuentro, Lula remarcó "las conquistas sociales y económicas del pueblo paraguayo durante el Gobierno de Lugo y apoyó el pleno restablecimiento de la normalidad democrática en Paraguay".

Fuente: Aporrea

EEUU transforma su estrategia militar para una nueva guerra, afirman expertos


A partir de la aplicación de la antropología en los afanes contrainsurgentes de Estados Unidos y de la presencia de científicos sociales como asesores en el terreno de las brigadas de combate de ese país en sus guerras neocoloniales, un numero creciente de profesionales de esta disciplina nos hemos dado a la tarea de estudiar la magnitud, características y consecuencias de este descomunal esfuerzo imperialista por mantener su hegemonía militar para salvaguarda de sus intereses económicos, corporativos y geoestratégicos en el mundo.
Así, el colega antropólogo David Vine, quien prepara un libro en torno a las más de mil bases militares estadunidenses en 150 países (a las que hay que sumar las 6 mil bases internas), publicó el artículo La estrategia del nenúfar, que tradujo Rebelión (18/7/12), en el que informa sobre la transformación silenciosa que el Pentágono lleva a cabo de todo el sistema de bases militares fuera de territorio estadunidense, lo cual significa una nueva y peligrosa forma de guerra.
Acorde con Vine, los militares estadunidenses aumentan la creación de bases en todo el planeta, que ellos llaman nenúfares (esas hojas o plantas que flotan en la superficie de las aguas y que sirven a las ranas para saltar hacia su presa) y que consisten en “pequeñas instalaciones secretas e inaccesibles con una cantidad restringida de soldados, comodidades limitadas y armamento y suministros previamente asegurados… Semejantes bases nenúfares se han convertido en una parte crítica de una estrategia militar de Washington en desarrollo que apunta a mantener la dominación global de Estados Unidos, haciendo más con menos en un mundo cada vez más competitivo, cada vez más multipolar”.
Chalmers Johnson, otro académico crítico de su gobierno y estudioso de estos temas, sostiene que “esta enorme red de establecimientos militares en todos los continentes, excepto la Antártida, constituye una nueva forma de imperio -un imperio de bases con su propia geografía que no parece que podría ser enseñada en una clase de una secundaria cualquiera. Sin comprender la dimensión de este mundo anillado de bases en el ámbito planetario-, uno no puede intentar comprender las dimensiones de nuestras aspiraciones imperiales, o el grado por el cual un nuevo tipo de militarismo está minando nuestro orden constitucional.” (”America’s Empire of Bases” en Tomdispatch.com)
Johnson plantea que la rama militar del gobierno estadunidense emplea a cerca de medio millón de soldados, espías, técnicos y contratistas civiles en otras naciones, y que esas instalaciones secretas, además de monitorear lo que la gente en el mundo, incluyendo los ciudadanos estadunidenses, están hablando, o enterándose del contenido de faxes y correos que se están enviando, benefician a las industrias que diseñan y proveen de armas a sus ejércitos. Asimismo, una tarea de esos contratistas es mantener a los uniformados miembros del imperio alojados en cuartos confortables, bien comidos, divertidos, y suministrados con infraestructura de calidad vacacional. Sectores enteros de la economía han venido a depender de los militares para sus ventas. Durante la guerra de conquista de Irak, Johnson informa que el Departamento de Defensa, mientras ordenaba una ración extra de misiles de crucero y tanques que disponían de municiones con uranio empobrecido, también adquirió 273 mil botellas de un bloqueador de sol que benefició a empresas de esos productos situadas en Oklahoma y Florida.
A diferencia de las grandes bases que parecen ciudades, como las que ocupan las fuerzas armadas en Japón y Alemania, los nenúfares son construidos con discreción, tratando de evitar la publicidad y la eventual oposición de la población local, informa Vine. Se trata de bases operativas pequeñas y flexibles, “más cerca de zonas de conflicto previstas en Medio Oriente, Asia, África y Latinoamérica… Los funcionarios del Pentágono sueñan con una flexibilidad casi ilimitada, la capacidad de reaccionar con notable rapidez ante eventos en cualquier parte del mundo, y por lo tanto algo que se acerque a un control militar total del planeta”.
En lo que toca a nuestra América, Vine señala que después de la expulsión de los militares de Panamá en 1999 y de Ecuador en 2009, el Pentágono ha creado o actualizado nuevas bases en Aruba y Curazao, Chile, Colombia, El Salvador y Perú. En otros sitios, el Pentágono ha financiado la creación de bases militares y policiales capaces de albergar fuerzas estadunidenses en Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, y aun en Ecuador. En 2008, la armada reactivó su Cuarta Flota, inactiva desde 1950, para patrullar la región. Los militares pueden desear una base en Brasil y trataron infructuosamente de crear bases, supuestamente para ayuda humanitaria y de emergencia, en Paraguay y Argentina. No dudamos que una de las razones del golpe de Estado contra el presidente Lugo fue su negativa a instalar bases en territorio paraguayo.
Ahora que muchos científicos sociales han desterrado de la academia el uso de términos ideologizadoscomo lucha de clases o imperialismo, por considerarlos demodé, destacó una conclusión clave del colega Johnson en lo que toca a la expresión militar de este último concepto: Hace algún tiempo, se podía trazar la expansión del imperialismo contando las colonias. La versión estadunidense de la colonia es la base militar. Siguiendo la política de cambio global de bases, se puede aprender mucho acerca de nuestra cada vez mayor posición imperial y del militarismo que crece en su vértice. El militarismo y el imperialismo son hermanos siameses unidos por la cadera.
¿Cuando será el siguiente salto de la rana desde el nenúfar más próximo a la presa?
(Tomado de La Jornada)
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